La pregunta que desvela al campo: ¿Es mejor terminar con la brecha cambiaria que bajar las retenciones?

La pregunta que desvela al campo: ¿Es mejor terminar con la brecha cambiaria que bajar las retenciones?

Un trabajo realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires evalúa el impacto que tendría en los márgenes de la soja, el maíz, el trigo y el girasol un cambio rotundo en dos políticas consideradas distorsivas: la brecha cambiaria y los Derechos de Exportación (DEX).

Tanto la brecha cambiaria como los Derechos de Exportación (DEX) son señalados por el campo como los principales factores que perjudican la competitividad de la producción agrícola. El foco de atención se centra en determinar cuál de estos dos elementos es más nocivo, y es precisamente esta interrogante la que aborda un trabajo publicado en el blog de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Dicho trabajo fue elaborado por Ramiro Costa, economista jefe de la entidad, y Nicolás Jorge, economista de la Fundación del Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales (Inai).

Según los autores, una reducción de la brecha cambiaria sería más favorable que bajar las retenciones para el maíz, el trigo y el girasol. Sin embargo, en el caso de la soja, el impacto sería similar, aunque con una leve ventaja para la reducción de los DEX en comparación con la corrección monetaria.

El estudio llega a esta conclusión tras analizar los márgenes brutos, después de alquileres, de la soja y el maíz temprano en el sur de Santa Fe, y para el trigo y el girasol en el sudeste bonaerense. Se plantean diferentes escenarios de reducción de la brecha y de los DEX.

El análisis se basa en el hecho de que “los gastos de labores, servicios, semillas, insumos y fletes se pagan en pesos, que varían de precio de acuerdo con un supuesto de pass-through (o proporción de una devaluación que se traslada a precios)”. Aunque los precios al productor se liquidan según el tipo de cambio oficial, se evalúa el margen bruto en dólar MEP.

Al evaluar los efectos de la reducción de la brecha cambiaria y los derechos de exportación, el informe plantea escenarios en los que ambas variables se reducen en diferentes proporciones: 25%, 50%, 75% y 100%. Al mismo tiempo, se repite el ejercicio con tres supuestos de pass-through: 100% (largo plazo), 50% (mediano plazo) y 0% (plazo instantáneo).

En el escenario central (pass-through 50%), se observa que “la eliminación de la brecha cambiaria genera un incremento superior en los márgenes que recibe el productor de trigo, maíz y girasol, en comparación con la mejora que se obtendría mediante una eliminación de los derechos de exportación”. En el caso de la soja, el efecto entre ambas políticas es similar, con una leve preferencia hacia la reducción de los derechos de exportación, aunque la diferencia no es significativa. Se destaca que “este resultado se fundamenta en que los derechos de exportación para cereales y girasol son menores que en el caso de la soja”.

En términos numéricos, se precisa que “la eliminación de la brecha cambiaria implica una mejora en el margen bruto de 393 USD/ha para el maíz, en comparación con los 59 USD/ha obtenidos con la reducción de los derechos de exportación. Para el trigo, la relación es de 71 USD/ha (brecha) vs. 21 USD/ha (DEX), mientras que para el girasol es de 84 USD/ha (brecha) contra 10 USD/ha (DEX)”. En el caso de la soja, una eliminación de los derechos de exportación implicaría una mejora de 171 USD/ha, cifra comparable a los 148 USD/ha obtenidos mediante la eliminación de la brecha.

Al analizar los resultados según los distintos escenarios de pass-through, Costa y Jorge explican que “en el caso extremo en el que el 100% de las variaciones en el tipo de cambio se traslada a precios de los insumos, la eliminación de los derechos de exportación se vuelve algo más favorable para la soja (171 USD/ha vs. 74 USD/ha)”. El trabajo considera que “la eliminación de la brecha cambiaria se asemeja a una reducción del 50% en los derechos de exportación”. En contraste, para los otros productos analizados, la eliminación de la brecha cambiaria siempre resulta beneficiosa. Incluso si el 100% del incremento en el tipo de cambio oficial se traslada a los costos de producción, el productor puede acceder a dólares a un precio más bajo gracias al cierre de la brecha cambiaria.

Los autores destacan que tanto la brecha cambiaria como las retenciones son dos políticas fuertemente distorsivas que provocan grandes perjuicios a la producción, las exportaciones, la inversión y el crecimiento. Sin embargo, consideran que es más complejo determinar cuál de estos dos fenómenos es más distorsivo en las decisiones de producción. Por ello, este estudio busca proporcionar información valiosa que contribuya a la toma de decisiones informadas, lo cual es de suma importancia en un debate sobre políticas agroindustriales que requiere la participación de todas las instituciones del sector.

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