Incertidumbre climática y rumores de dólar agro mantienen en vilo al mercado de granos
Dante Romano, destacado profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la prestigiosa Universidad Austral, analiza minuciosamente cada semana los entresijos del mercado de granos local e internacional. En esta ocasión, presenta un escenario triple que captura la atención de los actores del sector: la sorprendente falta de cambios en el último informe del USDA, la inestabilidad climática en Estados Unidos y la posibilidad de un nuevo dólar agro.
USDA más previsible versus inestabilidad del clima
El informe reciente del USDA, que inicialmente auguraba una caída en el área de siembra de soja con un aumento en la de maíz, generó reacciones en los precios, pero al final, las cifras de oferta y demanda apenas mostraron variaciones significativas. El clima en Estados Unidos ha sido tan volátil como los precios de los granos, pasando de sequía a lluvia y nuevamente a sequía, lo cual ha tenido un impacto directo en la definición de rendimientos. Lamentablemente, las lluvias han regresado justo en el momento crucial de la etapa de formación de rendimientos, lo que ha aumentado la incertidumbre entre los productores. Además, han resurgido fuertes rumores sobre un posible dólar agro, esta vez aplicado a los cultivos de soja, girasol y maíz, con el objetivo de recaudar 4.000 millones de dólares. Aunque algunos dudan de la veracidad de esta cifra, nadie puede descartar la posibilidad de cambios significativos en el mercado.
El profesor Romano, siempre riguroso en sus análisis, señala que los pronósticos climáticos y los rumores sobre el dólar agro han estado influyendo en los precios. Si bien el informe inicial del USDA debería haber estabilizado las cosas, la volatilidad se ha mantenido y seguirá presente, especialmente durante el período crítico de formación de rendimientos en maíz y soja, que aún se encuentra en sus primeras etapas.
Rumores de nuevo dólar agro
Centrándose en el panorama local, Romano destaca que la cosecha de soja ya ha tenido lugar, con la utilización del dólar agro para impulsar las ventas necesarias. Sin embargo, el suministro de trigo es escaso debido a las lluvias que, aunque beneficiosas para la siembra, han retrasado la cosecha. El maíz también está siendo trillado y representa un volumen significativo en términos de tonelaje, aunque su valor monetario es la mitad del de la soja. Esto ha generado un impacto considerable en el consumo interno. Por otro lado, el girasol ya ha sido cosechado hace meses y gran parte de él ya ha sido entregado para su fijación, lo que puede dar lugar a controversias.
Los rumores sobre un nuevo dólar agro para soja, girasol y maíz han generado incertidumbre en el mercado local. Aunque se habla de una expectativa recaudatoria de 4.000 millones de dólares, cálculos más realistas sitúan la cifra alrededor de 3.000 millones. A pesar de que el mercado ha reaccionado de manera negativa ante la noticia, es importante recordar que en este entorno volátil todo puede cambiar.
Para aquellos que buscan recomendaciones, el profesor Romano sugiere que la mejor manera de acercarse al dólar agro es a través de negocios en dólares a entregar. Si se considera probable su implementación, sería prudente vender, especialmente en el caso del girasol. En cuanto al ciclo 23/24, debido a la alta volatilidad y a los precios actuales algo bajos, la recomendación es esperar, especialmente si ya se ha vendido una cantidad significativa de toneladas.
Con la mirada puesta en el futuro, el mercado de granos se enfrenta a una realidad llena de incertidumbre, donde los factores climáticos y las decisiones políticas tendrán un papel crucial en la evolución de los precios y el desempeño de los cultivos. La clave para los actores del sector será mantenerse informados, ser prudentes y estar preparados para cualquier cambio repentino que pueda alterar el panorama.
