Chicago: subas para la soja por el clima en Argentina
Tras el feriado por el “Día del Presidente” en Estados Unidos, el mercado de granos de Chicago operó con saldo dispar para los principales commodities agrícolas negociados. Hubo subas para los granos gruesos y bajas para el trigo.
Los contratos de soja registraron fuertes subas de casi US$ 8 y el poroto cerró con cotizaciones de entre US$ 7,90 y US$ 8,19 según posiciones negociadas. Los derivados, copiaron esta tendencia y también operaron con subas de US$ 27,78 (US$ 1.383,76) el aceite y de US$ 7,27 (US$ 548,56) la harina, que alcanzó su máximo en nueve años.
En este caso, el fundamento de las alzas estuvo dado por los pronósticos de inusuales heladas para la época en Argentina que finalmente se cumplieron, y que afectaron a miles de hectáreas de la oleaginosa. Lotes que también vienen de soportar la sequía, y en algunas zonas, hasta la caída de granizo.
Por lo que los operadores del mercado ya descuentan que esta situación climática llevará a un nuevo recorte de la producción esperada en nuestro país.
En tanto, el maíz también cerró con subas de más de US$ 1 y quedó a valores de entre US$ 267 y US$ 241 según posiciones negociadas en la plaza norteamericana. En este caso, en menor medida que en el caso de la soja, la situación climática en la Argentina dejó al grano amarillo en terreno positivo.
Y los precios del trigo concluyeron la ronda de operaciones con mayoría de bajas de entre US$ 5,51 y US$ 4,41 y cotizaciones que se movieron entre los US$ 275 y US$ 285 en los distintos contratos negociados en Chicago.
En el caso del cereal, a un año de la invasión de Rusia a Ucrania, recrudecen las tensiones en la región del Mar Negro, lo que vuelve a poner en duda la renovación del acuerdo de exportación de granos de la región, que vence a mediados de marzo.
En este contexto, tras la sorpresiva visita del presidente norteamericano Joe Biden a Ucrania y su reunión bilateral con Volodymyr Zelensky, lo que implicó un decisivo apoyo no sólo de los Estados Unidos, sino de la OTAN, y más aún, luego del anuncio del presidente ruso Vladimir Putin de suspender la participación de su país en el Tratado START, último tratado de desarme nuclear aún vigente entre Rusia y EE.UU., la situación entró en una peligrosa escalada.